En los últimos años ha aumentado la investigación sobre el aporte nutricional de los insectos comestibles ¿Sabías que estos insectos representan un moderno “mini-ganado” que ofrece una opción muy nutritiva capaz de reducir los futuros riesgos de la hambruna? (1,3).

El consumo de insectos representa una alternativa estratégica para enfrentar la inseguridad alimentaria mundial y reducir la constante presión ejercida sobre nuestros sistemas agroalimentarios (5,10). De hecho, son organismos complejos con una potencial reserva de compuestos bio-activos benéficos para la salud humana, ya que poseen proteínas digeribles de alta calidad (aminoácidos equilibrados), fibra dietética y ácidos grasos saludables (ver tabla) (9,11).

Su contenido de vitaminas incluye riboflavina, ácido pantoténico, biotina y en ciertas especies incluso ácido fólico (9). En efecto, constituyen una nueva fuente de alimento comparable con alimentos tradicionalmente consumidos como carne, pescado, huevos y leche (11). Aunque el aporte nutricional de los insectos comestibles varía según la especie, la etapa de vida, el sexo y la dieta (7). 

Aporte nutricional de los insectos comestibles

Ciertos insectos contienen importantes micronutrientes como calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, potasio, selenio, sodio y zinc (4,6,12). Estos suplementos son necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo humano (2):

• Calcio: interviene en el sistema nervioso, huesos y dientes.
• Cobre: forma parte de tejidos como el hígado, cerebro y corazón.
• Fósforo: indispensable en la formación de proteínas.
• Hierro: principal constituyente de la hemoglobina.
• Magnesio: interviene en el metabolismo de glucosa.
• Manganeso: constituyente de ciertas enzimas.
• Potasio y Sodio: equilibrio del medio interno.
• Zinc: interviene en el metabolismo de proteínas y ácidos nucleicos, muy importante en el embarazo y el desarrollo fetal.

Para citar un ejemplo, el contenido de proteínas, vitaminas y minerales del “gusano” de la harina (Tenebrio molitor) es similar al pescado y a la carne, mientras que su composición de ácidos grasos insaturados omega 3 y 6 supera al ganado vacuno y apenas se compara con la del pescado (8).

Tabla. Composición nutricional por cada 100 g de insectos comestibles en base a la materia seca. (9).

Puedes encontrar las referencias bibliográficas del artículo en el siguiente link.

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